"EL HOMBRE QUE SE CONVIRTIÓ EN TORO"
LEYENDA DE JULÁNDe la información obtenida por los alumnos
del Colegio "Mariano Melgar", de El Porvenir.
del Colegio "Mariano Melgar", de El Porvenir.
Hace muchos años, un arriero que conducía sus acémilas de Trujillo a Santiago de Chuco, fue transportando azogue, que sirve para detectar el lugar donde se encuentra el oro. Como la noche era bastante avanzada, el hombre decidió hospedarse en una casa de La Pileta, muy cerca de Julcán.
Cuando a la mañana siguiente se levantó para reanudar el viaje, se dio con la ingrata sorpresa de que una lata del valioso liquido había desaparecido y que otra se había escurrido. Asustado por el extraño suceso, se dirigió a Santiago de Chuco para informar lo acontecido al dueño de la carga. Este le dijo que no se preocupara y los dos se vinieron para investigar el asunto. Una vez en el lugar, rastrearon la trayectoria seguida por el azogue, el cual se perdía en una cueva que guardaba la "riqueza" bajo la figura de un toro.
Según los pobladores de La Pileta, se trataba de un hombre que, por haberse tragado la sustancia, quedó encantado y convertido en dicho animal. Por eso varios hombres lo cargaron y llevaron a su tierra, donde se hicieron muy ricos, pero también ambiciosos y malos.
"Todavía ahora, en los pueblos apartados las distancias son recorridas por carneros y acémilas que, como en el relato, transportan azogue, liquido que permite descubrir el oro oculto en algún lugar. No siempre los resultados son positivos, sino tristes y trágicos."
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