"LA APARICIÓN DEL SEÑOR DE HUAMÁN"

LEYENDA DEL CASERÍO DE HUAMÁN
PROV. DE TRUJILLO
Recopilación de Susana Yparraguirre, estudiante de 
Literatura de la Universidad Nacional de Trujillo
Diciembre, 1989

            Sobre la aparición de la imagen hay varias versiones en el pueblo. La más difundida dice que el Señor fue encontrado por unos pescadores entre unos totorales de la playa vieja, conocida en la actualidad como "La Bocana".

            El más anciano de los pescadores descubrió un día, entre los arbustos, una luz o estrella que se encendía y apagaba durante un buen tiempo. Seriamente sorprendido comunicó el hecho a sus compañeros, quienes decidieron que el día que no hubiera pesca averiguarían el singular fenómeno.

            El día propicio fue un domingo. Entonces, armados de machetes y palas, los pescadores se dirigieron a los totorales; pero al aproximarse la luz se apago y solo encontraron tres grandes baúles que sacaron trabajosamente hasta la orilla. Al forzar candados y depósitos descubrieron: en el primer baúl, ropas de cura; de santo, en el segundo; y la imagen del señor dividida en partes, en el tercero. Trasladaron bultos y cajas al pueblo, donde armaron, pegaron y vistieron la sagrada imagen.

            Los confusos hombres de mar no sabían que nombre ponerle a la efigie, hasta que un día un pescador soñó que al hundirse su lancha exclamo: "¡Señor de Huamán, Sálvanos!". Al desertar refirió su sueño a sus compañeros, que desde entonces le pusieron dicho nombre. Informando al Obispo de Trujillo del hallazgo, dispuso que en el lugar del descubrimiento se construyera una capilla; pero al segundo día de iniciados los trabajos, éstos fueron inexplicablemente destruidos. Así, pensando que este no sería el lugar indicado, empezaron la construcción un poco más allá, pero otra vez se repitió el resultado negativo. Por último, decidieron construir en el propio pueblo de Huamán, que por aquel tiempo sólo tenía unas cuantas viviendas. Allí se construyó la que sería la primera iglesia de La Libertad.

            Por separado, los lugareños suponen que la sagrada imagen es de procedencia española, ya que al llegar las embarcaciones a los distintos puertos de su travesía, en cada uno, o en el sitio próximo, dejaban una determinada imagen para su veneración.


            Curiosa leyenda en la que el mismo nombre del Señor se aplica al pueblo que lo elige por patrón espiritual. Su descubrimiento no parece ser muy extraordinario, pero sí las palabras que pronuncia el pescador en peligro de ahogo, así como la destrucción de los trabajos iniciales de la iglesia, para que ésta se construyera en otro lugar.

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